Existen una serie de razones por los que puedes perder el pelo. No siempre es hereditario como muchos creemos… pero estamos seguros de que es un tema que te puede preocupar bastante.
La pérdida de cabello – o alopecia- no se puede dejar pasar. Es bueno que revises constantemente los cambios que tu cabeza y tu pelo están sufriendo. Ahora… si lees este artículo y cumples con alguna de estas cinco razones te recomendamos acudir con un especialista:
Entre las causas de la caída de pelo tanto en hombres como en mujeres, la más común es la genética. De hecho, la herencia se considera el 95% de todos los casos de alopecia o calvicie en Norteamérica.
La alopecia androgénica, o calvicie de patrón masculino, es de origen genético. Un mito ampliamente conocido es que los genes se transmiten del lado materno de la familia. En realidad la calvicie puede heredarse de cualquiera de los dos lados, incluso de ambos.
Cuando cumples 21 empiezas a salir de los 20’s para adentrarte cada vez más en un mundo que luce oscuro y extraño: Los 30, edad en la que, según la sociedad, ya debes estar convertido en un adulto al 100%, además de lo traumático que puede ser este cambio a nivel psicológico, a la vida no le basta, tenemos encima también, un montón de cambios físicos como la pérdida de cabello, aparición de arrugas y guayabo extremo, por no mencionar más pues las mencionaremos a continuación en detalle.
Cada vez es más común encontrarte a ti mismo en mitad de la cocina preguntándote ¿Para qué vine?.
En la almohada, en el lava manos, ya te da miedo peinarte porque el cabello aparece en todos lados. Comienzas a pensar en tus antepasados y te preguntas si serás como ese tío gordo y calvo que casi nunca ves.
Esto no estaba aquí, ¿me estoy volviendo viejo?
Ruegas al cielo que usar gafas te haga ver interesante.
Las fiestas de 3 días con tus amigos se han quedado en el pasado, si sales y te tomas un par de tragos, amaneces al día siguiente sintiéndote cercano a la muerte. Cada vez es más frecuente la promesa de “No volveré a tomar”.
Sin contar que ya no puedes comer tanto dulce como antes (si no quieres ganarte un dolor de cabeza), engordas sin razón y sientes que no tienes energía para pasar todo el domingo jugando futbol con tus amigos.
Si te sientes identificado con algunas de estas situaciones, no te preocupes, estos cambios son habituales en el cuerpo humano entre los 20 y los 30 años, no te centres en pensar en que estás envejeciendo, pues realmente lo que te mantendrá joven es tu actitud frente a la vida.
Sabemos que no es prudente exponerte a los mismos excesos a los que te aventurabas hace 5 años, estos cambios son tu llamado a un estilo de vida más sano y amigable contigo mismo. Ten en cuenta que muchas de estas situaciones se pueden solucionar de manera permanente y no representan un problema mayor, ¡ánimo! que a los 30 empieza lo bueno.
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24 Octubre, 2019
16 Septiembre, 2019
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