Un microimplante es un procedimiento que consiste en retirar pelo de una zona específica, con su folículo respectivo y plantarlo en el área en la cual se quiere aumentar la densidad capilar. A pesar de creerse que este tratamiento es propio de quienes sufren de calvicie, lo cierto es que es una solución para muchos problemas:
Microimplante capilar:
Como lo mencionamos es la forma de uso más común de este procedimiento. Generalmente se toma cabello de la parte trasera de la cabeza para hacer los injertos en las zonas afectadas por la alopecia.
Cejas:
Muchas mujeres suelen perder las cejas debido a malas practicas depilatorias, cuestiones hormonales o incluso, cicatrices que les quitan su apariencia estética. Los implantes de pelo también pueden realizarse en esta zona con óptimos resultados.
Pestañas:
Esta técnica es poco conocida pero muy efectiva para re poblar las pestañas. Se toma cabello de las patillas o zonas con vello suave y se implantan en la línea de las pestañas. Al principio, estas deben ser cortadas regularmente para que no superen el centímetro de longitud, luego de un tiempo estas se adaptan a su longitud normal.
Barba y bigote:
El vello facial ha vuelto a ponerse de moda. Lastimosamente, a muchos hombres no les crece la barba tan tupida como quisieran o, debido a cicatrices se generan “huecos” en la misma. La solución a este problema son los microimplantes.
Corporal:
Aunque no lo creas, muchas personas desean tener más vello en ciertas zonas de su cuerpo. Así fue, de hecho, como empezaron a popularizarse los trasplantes capilares: eran practicados en mujeres que deseaban tener más vello púbico. Aunque hoy en día eso no ocurre, si hay hombres que desean tener el pecho u otras áreas un poco más pobladas de vello.
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