Lavar el cabello aunque no es una labor que requiera una maestría, si debe hacerse con cuidado y con técnica. Esta recomendación sobretodo va enfocada a aquellas personas que tienen problemas de pérdida capilar, pues un mal lavado del cabello puede agravar estos inconveniente.
Para comenzar el lavado de nuestro cabello debemos iniciar por mojarlo completamente, con un agua en una temperatura acorde a nuestras necesidades, fría si es para reforzar su fortaleza o caliente para abrir los poros y mejorar la recepción de productos capilares.
Para las personas que tienen cabello largo, o por lo menos que llega por debajo de los hombros, es recomendable el uso de ligeras cantidades de acondicionador con un masaje suave antes de usar el champú, puesto que esto protegerá las puntas de daños.
Tras esto viene la aplicación de champú, el cual solo debe usarse en el cuero cabelludo y en las raíces, pues allí se encuentran los cabellos más jóvenes y oleosos mientras que los más largos tienen mayor antigüedad y son más secos.
Una vez aplicado el champú debemos masajear gentilmente, esto es de suprema importancia para quienes tienen problemas de pérdida capilar al hacerlo puede que se debiliten aún mas.
Muchos productos indican que se debe utilizar varias veces por ducha, pero por lo general a menos que el cabello esté bastante sucio no es necesario realizar este proceso de nuevo, aunque si lo deseamos podemos agregar acondicionador a nuestra rutina para darle un mayor brillo.
Por último al enjuagar para quitarnos los productos capilares debemos hacerlo siempre con agua fría, de esta manera cerraremos los poros atrapando los nutrientes que nuestro cabello necesita y protegiéndolo del daño ambiental.