La calvicie es un problema que pone en alerta a cualquiera que la padezca, aunque se pueda ocultar por algún tiempo, siempre llegará el momento en que se deban buscar soluciones más efectivas o, resignarse a sus consecuencias.
Una de las nuevas opciones que se ofrecen en diferentes lugares de estética son los tatuajes semipermanentes, mejor llamados “micropigmentación” una técnica que se viene usando con fines estéticos hace algunos años, en la cual se usan pigmentos especiales para tatuar ciertas áreas del rostro o, como ahora, la cabeza. Su diferencia con un tatuaje radica en que, mientras que para tatuar la aguja penetra en la piel aproximadamente 4 milímetros, este sistema solo lo hace 2 milímetros; de esto deviene que su duración sea de 2 a 3 años solamente.
Este tratamiento, como otros, tiene muchas desventajas, de las cuales hablaremos a continuación:
Calvicie con brillo
La alopecia produce la caída del cabello y la desaparición de los folículos, por ende, se genera un brillo en la zona afectada, al tratar la calvicie con micropigmentación este brillo no desaparece, haciendo que el resultado se vea extraño a distancias cortas.
Efecto punteado
Este tratamiento también puede crear un efecto punteado poco natural, sin mencionar que quienes se lo realizan deberán lucir una cabeza rapada siempre, una opción un poco extrema para quienes solo necesitan un retoque de entradas o coronilla.
¿Photoshop?
La micropigmentación deja una linea divisoria muy marcada en la frente, lo cual también puede lucir poco natural, en la imagen que ves a continuación se muestra un resultado totalmente falso.
Podemos decir que este tipo de solución podría ser recomendable para personas que toda su vida han gustado de tener la cabeza rapada y que afronten una calvicie casi total sin que les importe la naturalidad de los resultados, en otro caso, lo más recomendable es tratar la calvicie con tratamientos definitivos como los implantes capilares, que trasplantan pelo real del mismo paciente en la zona afectada por la pérdida de cabello, con lo cual, el pelo comienza su ciclo de vida natural y continúa creciendo, dando la opción de tener estilos con cabello del largo deseado.
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Luces igual por los siglos de los siglos y, aunque no queremos que te veas viejo, tampoco queda bien que a los 30 sigas teniendo un corte de quinceañero. Es decir, si todavia parece que te peinara tu mamá, necesitas un cambio.
