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Salir de la ducha y secarse el cabello puede ser algo que nos lleve a perderlo si no lo sabemos hacer bien, así que lee esto antes que te arranques el pelo con una tolla o debilites tu cabellera usando un peine mientras está mojada.

Es por ello que te traemos Los mejores tips para que tengas en cuenta a la hora de salir del baño.

Una toalla no siempre es útil

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Secarnos con una tolla deja muchas veces el cabello mojado, lo cual afecta su fortaleza y las paredes de proteínas haciéndolo quebradizo y más propenso a que se cáiga. Además cuando se realiza con fuerza excesiva puede hacernos daño e incluso arrancar cabellos que aun no estaban en su fase de caída.

El aire caliente te quema el cabello ¡no lo hagas!

Los secadores que solo tienen un nivel de calor son los más dañinos, alejarlos de nuestra cabellera es lo más útil ya que nos quema las cutículas y también afecta la hidratación de nuestro cuero cabelludo.

No dejes tu cabello mojado

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Al estar en constante contacto con las moléculas de agua hay una mayor presión en las proteínas que componen los cabellos y estas pueden romperse mientras más demora la limpieza.

Evita la peinilla

Halar tu cabello no lo hará crecer, sino que logrará lo contrario. Los efectos de esto son aun más devastadores cuando el cabello se encuentra mojado, pues es mucho más vulnerable.

Utiliza secadores graduados a buena distancia

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La mejor manera de secarse tras la ducha es con un secador de cabello que permita graduar tanto la temperatura como la potencia de salida, a eso sumarle no estar demasiado cerca de nuestro cabello.

 


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Lavar el cabello aunque no es una labor que requiera una maestría, si debe hacerse con cuidado y con técnica. Esta recomendación sobretodo va enfocada a aquellas personas que tienen problemas de pérdida capilar, pues un mal lavado del cabello puede agravar estos inconveniente.

Para comenzar el lavado de nuestro cabello debemos iniciar por mojarlo completamente, con un agua en una temperatura acorde a nuestras necesidades, fría si es para reforzar su fortaleza o caliente para abrir los poros y mejorar la recepción de productos capilares.

Para las personas que tienen cabello largo, o por lo menos que llega por debajo de los hombros, es recomendable el uso de ligeras cantidades de acondicionador con un masaje suave antes de usar el champú, puesto que esto protegerá las puntas de daños.

Tras esto viene la aplicación de champú, el cual solo debe usarse en el cuero cabelludo y en las raíces, pues allí se encuentran los cabellos más jóvenes y oleosos mientras que los más largos tienen mayor antigüedad y son más secos.

Una vez aplicado el champú debemos masajear gentilmente, esto es de suprema importancia para quienes tienen problemas de pérdida capilar al hacerlo puede que se debiliten aún mas.

Muchos productos indican que se debe utilizar varias veces por ducha, pero por lo general a menos que el cabello esté bastante sucio no es necesario realizar este proceso de nuevo, aunque si lo deseamos podemos agregar acondicionador a nuestra rutina para darle un mayor brillo.

Por último al enjuagar para quitarnos los productos capilares debemos hacerlo siempre con agua fría, de esta manera cerraremos los poros atrapando los nutrientes que nuestro cabello necesita y protegiéndolo del daño ambiental.


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Cada vez que nos bañamos vemos como suelen caer los folículos y situarse junto al drenaje de la ducha, lo que pone en estado de alerta a muchas personas sobre su cuidado capilar.

Pero ¿cuanto es lo normal hablando de caída capilar?. Con respecto a este tema los doctores indican que el ser humano está perdiendo cerca de 100 cabellos al día. Por esta razón, si se dejan algunos cuantos en la ducha no es preocupante, pero si el número crece sobre el promedio es hora de visitar un doctor en el tema puesto que nuestra cabellera ha entrado en un proceso de reducción capilar.

Hay varias precauciones que podemos acatar para reducir el número de cabellos que se caen al bañarse. Por ejemplo ducharse con agua fría ayuda a la cabellera, pues no elimina la grasa natural del pelo el cual es su capa protectora de las inclemencias del ambiente.

Por otra parte no todo el cabello que cae al ducharse es producto de nuestro baño diario. En las noches al dormir la sudoración que producimos puede hacer caer los cabellos, pero entre la multitud que aún poseemos en nuestra cabeza se quedan atrapados y solo se liberan cuando nos duchamos, peinamos o usamos el secador de cabello, puesto que son las actividades más intensivas que tendrá nuestra cabellera en el día.

Es por ello que pareciese que realizar alguna de estas actividades nos arranca los folículos de la cabeza pero realmente lo que haces es remover de nuestra cabellera todos aquellos que ya han caído con anterioridad.

La caída del cabello es algo natural, aunque puede ser potenciada por algunas de nuestras actividades diarias. Es por ello que debemos tener en mente el punto en el cual es recomendable agendar una visita con el doctor sobre nuestra pérdida capilar.


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