Después de mucho trabajar para recuperar nuestra cabellera disfrutaremos de días con un cabello glamoroso, pero también muchos otros denominados “Bad Hair Days”.

Lo que se define como un bad hair day es en esencia aquel día en que nuestro cabello no quiere cooperar con nuestra apariencia y su rebeldía nos cuesta nuestro aspecto. Aunque normalmente esta frase también se asocia con aquellos días en que todo sale mal, siempre inicia con un mal inicio y un cabello alborotado.

Admitámoslo, comenzar el día con un desastre de cabello nos arruina tanto el humor, que todo lo que ocurra de allí en adelante lo recibiremos de mala manera. Es casi como si de nuestro cabello dependiera la actitud con la que recibiremos el día.

La peor época en la que veremos a más de uno con un mal día de este tipo es en las temporadas frías, debido a que las temperaturas caen, sobretodo en Colombia pues esta época viene acompañada de lluvia, trayendo humedad al ambiente y encrespando el cabello.

Es por ello que debemos estar listos con las precauciones necesarias para afrontar estos días y salvarlos desde temprano antes de que logren arruinar el resto de nuestra jornada.

En primer lugar al bañarnos debemos lavar bien nuestro cabello tras el uso de productos capilares, pues a veces quedan residuos que agravan la situación, por lo cual no debemos dar por terminada la ducha antes de asegurar que esta completamente aseado.

Tras ello debemos remover toda la humedad completamente antes de emplear el secador de cabello, el cual usaremos en una temperatura media para no deshidratar nuestros folículos.

Otra opción es adquirir un secador de infrarrojo, el cual además de ahorrarnos tiempo, activa la circulación de sangre por la cabeza.

Para acabar con la rebeldía de nuestro cabello e impedir que trascienda a nuestro día a día lo mejor será no usar peines que fomenten la electricidad estática pues esto puede arruinar nuestro aspecto. Para ello podemos irnos por algunos de madera, carbono o titanio.

Una vez seguidas estas indicaciones minimizaremos la rebeldía de nuestra cabellera y podremos afrontar mejor el día, cortando el bad hair day desde su nacimiento.