Se dice que el 80% de los hombres, sufrirán calvicie en algún momento a lo largo de su vida. Esta es una cifra alarmante para ellos, quienes se ven afectados más a menudo, aunque no exclusivamente, por este problema.
La ciencia ha dedicado estudios, programas y tiempo (mucho tiempo) al estudio de la calvicie y sus causas, entre ellas las más básicas: las genéticas. Si bien hay muchos factores externos que pueden generar calvicie, se cree pertinente comenzar por estudiar aquellos que la desencadenan desde nuestra más básica estructura, el ADN.
Un equipo del Centro de Medicina Genética y Experimental de la Universidad de Edimburgo, ha analizado el ADN de más de 52.000 hombres de entre 40 y 60 años para predecir el riesgo de calvicie en cada individuo. Una de las principales conclusiones del estudio es que, contrario a lo que se piensa, la predisposición genética a la perdida de cabello, no es una herencia proveniente de los padres, sino del genoma de las madres.
Se distinguieron 287 genes relacionados con la calvicie. Descubriéndose así que aquellos con una cantidad menor que la media de estos genes, tenían una menor probabilidad de volverse calvos. Así, el 39% de los hombres con menos cantidad de estos genes, no presentaba pérdida de cabello, mientras que el 58% de aquellos que superaban en cantidad la media de los genes mencionados, tenían pérdidas significativas de pelo.
Si bien el estudio arroja algunas pistas sobre las posibles causas genéticas de la calvicie, no está todo escrito respecto al tema, pues según lo manifiestan los expertos involucrados en la investigación, se necesitaría consultar muestras más grandes y estudiar los casos por más tiempo, para tener resultados más precisos.
Por el momento, no existe ningún método que, por medio de una prueba de ADN, nos permita saber si un individuo es más o menos proclive a la calvicie. Sin embargo, expertos como nuestros médicos, pueden determinar las causas de la pérdida de cabello de un paciente y, de este modo, proporcionarle alternativas adecuadas para solucionar el problema, según su caso.
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