Desgraciadamente existe un límite en la cantidad de cabello que puede ser usado para el trasplante. Este límite, generalmente, está impuesto por la disponibilidad de cabello de la cabeza para donar.

Sin embargo, hay pacientes que desean realizarse un trasplante de cabello, pero que no pueden porque la densidad de la zona donante es muy reducida o ya se han hecho un trasplante previamente y no tienen más cabello para donar. Sus deseos de someterse a un nuevo trasplante pueden originarse en el deseo de cubrir cicatrices quirúrgicas o de arreglar trasplantes previos que salieron mal.  Aunque la mejor fuente de cabello para el trasplante es la cabeza, el desarrollo de técnicas de extracción folicular unitaria (FUE) ha permitido la exploración de otras zonas como posibles donantes para el trasplante.

Hay una amplia variedad de folículos en el cuerpo, así que se debe procurar escoger aquellos que son más parecidos en textura, largo, y comportamiento a los que se encuentran en la cabeza. En general, los folículos de la barba y el pecho son buenos candidatos. Aunque existen profesionales que usan folículos extraídos de las extremidades, estos son mucho más delgados y presentan problemas, ya que no solo ofrecen poco beneficio cosmético, sino que la tasa de supervivencia es mucho más baja e impredecible.

Si se va a utilizar el pecho como zona donante cabe resaltar que la abundancia de cabello en el torso varía de persona en persona. Factores como la raza y el sexo causan una amplia variabilidad en la disponibilidad de folículos. Entonces, existen algunas características que deben ser consideradas a la hora de validar si es posible trasplantar folículos de una zona diferente a la cabeza. Entre ellas se encuentra la densidad (que puede ser mayor a 40FU/cm2), la similitud entre el área donante y la cabeza, la proporción de pelos por unidad folicular, la adherencia de los folículos a la piel, la curvatura y la longitud del cabello que se va a trasplantar).

Cuando se busca hacer un trasplante del torso, se usan las características previamente expuestas para generar un Índice de Donación de Torso (TDI), y por medio del puntaje obtenido, se determina si el paciente es un buen candidato. Es importante recalcar que, aunque se obtenga el puntaje máximo, existen diferencias en cuanto a textura, largo máximo y ciclos del cabello, por lo que es importante recurrir a este tipo de trasplante como último recurso.

Los pacientes deben afeitar la zona del pecho (o barba) usando agua previamente a la cirugía. Este tipo de trasplantes tienen consideraciones especiales en cuanto a técnica, teniendo especial cuidado en el ángulo de extracción para minimizar tasas de transección. Esto se debe a que el cabello en estas zonas crece en un ángulo muy agudo, y si no se extrae en este mismo ángulo, se pueden presentar problemas de crecimiento en la zona trasplantada y mala cicatrización en la zona donante. Debido a la falta de tejido graso y de conexión en el torso, los folículos son muy susceptibles a desecación y traumatismo cuando son insertados.

Una vez terminada la cirugía se recetan anti inflamatorios. No es común que los pacientes experimenten mucho dolor en estas zonas. Cabe resaltar que el crecimiento del cabello en las zonas donantes y receptora ocurre con diferentes direcciones, como por ejemplo en forma de remolino en la coronilla, por lo que es necesario ir ajustando el ángulo y la dirección de la extracción y siembra conforme avance la cirugía.

Durante la cirugía es importante resaltar que hay diferencias en la forma de aplicar anestesia. Cuando se extraen unidades de la barba se pude realizar un bloqueo en anillo, pero este es inefectivo en el pecho.

Debido a que el pecho es un área grande, y sus tejidos subcutáneos son muy porosos, es fácil administrar grandes cantidades de anestésico, bordeando los límites de lo que es seguro. Otro reto para este tipo de trasplantes es el posicionamiento del paciente. Para la barba se posiciona al paciente de forma que se hiperextienda el área debajo de la quijada. Cuando se extrae del torso y abdomen se posiciona de tal manera que el paciente quede ligeramente torcido hacia el cirujano.  Debido a que los folículos de estas zonas son más delicados, y que su supervivencia es impredecible, se recomienda hacer un procedimiento inicial con pocas unidades para determinar qué tan exitoso es el trasplante. Si es un procedimiento exitoso, se puede proceder a extraer cantidades mayores a 1000 Unidades Foliculares, aunque es recomendado hacer extracciones pequeñas para minimizar el tiempo por fuera del cuerpo, y luego extraer nuevamente (en una sola cirugía).

Es importante que los pacientes entiendan que el cabello que reciban de otras partes del cuerpo no es el mejor para obtener resultados estéticos, y que este es mejor para cubrir cicatrices o para aumentar la densidad aparente de la cabeza. Sin embargo, es necesario tener una conversación abierta con su cirujano para entender qué tipo de procedimiento es el más indicado para cada caso particular.