¿Qué tan pronto es “muy pronto” para un trasplante?
Nuestra visión de apariencia propia va cambiando a través de los años. A diferentes edades tenemos diferentes expectativas sobre cómo debemos vernos, qué es lo que nos parece atractivo en nosotros, y qué esperamos de nuestro cuerpo. Muchas personas no se sienten conformes con lo que ven al espejo, y por esto buscan una variedad de alternativas para solucionar su inconformidad. No tiene nada de malo querer mejorar el aspecto propio, pero es importante que, si se desea recurrir a la cirugía para lograrlo, se esté informado acerca de todas las opciones y las consecuencias de la misma.
Tener una cantidad de cabello adecuada es importante para muchas personas, así esta cantidad de cabello cambie de persona en persona. Si llega la calvicie, especialmente a temprana edad, los pacientes recurrirán a varios métodos, incluyendo la cirugía. Una persona joven para un trasplante es alguien que esté en sus veintes o menor. Estos pacientes presentan una serie de retos diferentes para el cirujano. Por un lado, es importante que el paciente sepa acerca de opciones diferentes de la cirugía para corregir su falta de cabello. Por otro lado, es crucial que las expectativas del paciente sean ajustadas para ejecutar un plan de cirugía que le beneficie en el largo plazo.
Con respecto a las alternativas a la cirugía, existen varias. Cada una tiene ventajas y desventajas. La pérdida de cabello en pacientes jóvenes puede corregirse con una combinación de medicamentos, como la Finasterida o el Minoxidil, tratamientos con Plasma Rico en Plaquetas (PRP) y/o productos para ocultarla, como las fibrillas de queratina (como Toppik o Cap+ que son camuflajes). La prevención de la caída del cabello por los medicamentos y la apariencia de un pelo más grueso por los productos puede ser suficiente para hacer que el paciente aplace su cirugía por un tiempo, lo que se constituye como un éxito. También está la micropigmentación del cuero cabelludo, en donde se logra la apariencia de una densidad alta de cabello muy corto, por medio de un procedimiento similar a un tatuaje. Esta alternativa es recomendada para pacientes con cabello muy delgado y con señales de progresar a una alopecia más grave en el futuro. De esta manera, no se agotan las posibles áreas donantes antes de que sea realmente necesaria usarlas. Si es un caso muy severo, lo ideal es usa todas las opciones simultáneamente.
Si el paciente joven definitivamente quiere una cirugía de trasplante, debe tratarse con cuidado. En muchos casos, los pacientes jóvenes tienen expectativas menos realistas y son más frágiles emocionalmente que los pacientes de edades más avanzadas. Es vital que se aclaren conceptos como suministro donante limitado, progresión de la pérdida de cabello, densidades receptoras realizables, y la forma en la que se obtiene la ilusión de densidad aceptable, con menos cabello que el que se tenía originalmente. Los pacientes deben tener muy claro que, por ser tan jóvenes, no es fácil predecir de qué forma va a avanzar su pérdida de cabello, y por esto es más complicado crear un plan que les beneficie a largo plazo. También es importante que entiendan que no pueden predecir qué tanto cabello tienen disponible para servir de donante a lo largo de su vida. Afortunadamente con las técnicas de extracción de hoy en día la posibilidad de utilizar otras zonas donantes como la barba e inclusive el pecho hacen que las posibilidades de tener donante aumenten.
Una vez sepan los limitantes actuales de la cirugía, también es crucial que los pacientes entiendan que no se pueden cumplir todas sus expectativas actuales. Esto se debe, en parte, a que si se recrea una línea de cabello densa y baja, aceptable para su edad en este momento, puede que cuando sean mayores no se vea realista, y que su calvicie progrese al rededor del trasplante. Siempre vale la pena recordarles que no solo tienen que lidiar con su apariencia en este momento, sino que también deben pensar en cómo se van a ver cuando tengan cincuenta o sesenta años.
Normalmente una vez estos conceptos hayan sido aclarados, el paciente joven entenderá los beneficios de un enfoque más conservador a su problema actual. Desde aquí, es más fácil para el cirujano crear un plan más realista, que sea de beneficio para el paciente a lo largo de su vida. Es importante cuidar de que el área donante tenga suficiente cabello para combatir la progresión de la calvicie en el futuro. Esta puede ser acelerada o lenta, y dependiendo de la severidad, puede requerir más trasplantes en un corto plazo.
A partir de esto, el cirujano debe considerar el tipo de calvicie que presenta el paciente y cuál es la mejor estrategia de trasplante. Para cada patrón de pérdida de cabello hay un plan de acción recomendado. Es por esto que es necesario hacer varias consultas y tener expectativas realistas para que tanto la cirugía como la recuperación sean exitosas.