La medicina está en constante cambio. Cada día se estudian y desarrollan técnicas para obtener mejores resultados, más rápido, a menor costo, etc. La cirugía estética no se queda detrás. Para el trasplante de cabello se han desarrollado diversas técnicas que han ido creciendo y decreciendo en popularidad a medida que avanzan los años. Al principio se usó una técnica conocida como “punch grafting” (injerto de punzón, que consiste en remover grandes áreas de tejido donador en forma circular como cuando se hace una biopsia de tejido.
Está técnica se fue abandonando y los cirujanos se inclinaron más hacia los injertos tipo tira (strip
harvesting) que consiste en extraer una tira de cuero cabelludo la cual una vez extraída se divide bajo microscopio hasta obtener las unidades foliculares. Esta técnica ha sido utilizada por muchos años con excelentes resultados, pero tiene el inconveniente que deja cicatrices lineales que pueden ser muy notables. Sin embargo, una variación de la técnica original de los punches se ha vuelto extremadamente popular en años recientes.
Se llama extracción/excisión de unidades foliculares (FUE).
Básicamente, es la técnica original pero haciendo la extracción de un área muchísimo más reducida es decir solamente del tamaño de la unidad folicular que se quiere extraer.
Esas extracciones se pueden hacer hoy en día en forma manual o con un punch motorizado que acelera el procedimiento.
La otra parte del trasplante es la siembra, en la que también hay muchas variaciones. Una de las clásicas es el uso de instrumentos del “punch grafting” para hacer incisiones
pequeñas en el área recipiente, para que se remueva un pedazo muy pequeño de
“piel calva”. Esta técnica tiene la ventaja de que remueve trozos de cuero cabelludo calvo para así crear el lugar donde se va a posicionar el nuevo injerto.
Una opción mucho menos invasiva y más fácil de hacer es la técnica de generar “sitios receptores” (“premade incicions”) empleando una aguja o un bisturí. Este método puede resultar contraproducente y peligroso si las incisiones son muy grandes o muy profundas.
Es por esto que el uso de técnicas de punciones microscópicas (MPIs) provee ventajas a la hora de crear una apariencia más real, con una densidad visual más apropiada.
Antes de iniciar con esta técnica, el paciente debe ser seleccionado
cuidadosamente. El uso de MPIs conlleva ciertos riesgos. Por ejemplo, si el
paciente muestra signos de daño extensivo por el sol, la técnica podría ser
inapropiada, ya que puede comprometer la vascularidad de la zona. Por otra parte, si el paciente presenta folículos muy cercanos entre ellos, esta técnica no sería apropiada ya que se corre el
riesgo de que los folículos vecinos al que se está trabajando sean
lastimados.
La ventaja principal del uso de MPIs es que se puede usar en conjunto con
FUE, ya que el agujero que se hace en el tejido de la parte receptora se puede
ajustar a la perfección con el tamaño del folículo extraído. Los injertos FUE, que
son delicados y no llevan mucha grasa o tejido conector, se pueden posicionar
más fácilmente en los orificios hechos con MIPs.
Las perforaciones varían de tamaño, dependiendo si se desea injertar una unidad folicular de
un pelo, dos o tres. Cada tamaño de perforación debe ser
probado individualmente, ya que hay mucha variación ente
personas.
Actualmente el método de siembra preferido por los especialistas es con el uso de Implanters.
Algunos profesionales utilizan el Implanter directamente y otros sobre las inciciones prehechas. Aunque hacer las MIPs toma más tiempo, con este paso adicional se previene hacer fuerza excesiva al momento de sembrar y menor riesgo de lesión del folículo.
La posición del paciente debe estar de tal manera que la mano del cirujano
siga su tendencia natural de ejecutar ángulos delanteros hacia abajo. De esta
manera se produce un resultado más natural. Los ángulos en esta técnica son
muy importantes para un resultado natural.
Para el postoperatorio no se requieren mayores consideraciones: no usar vendajes apretados, no aplicar cremas, tener cuidado especial de no exponerse directamente a la ducha, no usar hielo y dormir con la cabeza elevada.
Siempre se recomienda atender las indicaciones de su médico, ya que cada
paciente es único y tiene características que hacen que su cirugía sea
diferente a la de todos los demás. Recuerde que siempre es bueno investigar
antes de comprometerse con un cirujano, para asegurarse de que este esté al
tanto de los avances tecnológicos en su área, y que sea capaz de darle el
mejor resultado posible. Después de todo, es usted quien tendrá que vivir con
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