Para poder elegir un buen champú que se adapte a nuestras necesidades necesitamos primero conocer detalles sobre nuestro cabello y luego aplicar esto a la búsqueda de una fórmula que se adapte a lo que queremos.
Antes de comenzar debemos saber primero dos características nuestras, la primera es el tipo de cabello que manejamos naturalmente y el segundo es un análisis exhaustivo sobre el estado de nuestro cuero cabelludo.
Una vez tengamos estos datos podemos determinar cual será nuestro champú predilecto.
El cuero cabelludo reseco puede tratarse con champú para cabello normal. Este tipo de champús es suave y no generará daños ni roces en nuestro cuero cabelludo
Si nuestro cuero cabelludo produce grandes cantidades de aceites protectores lo mejor sera un champú que acompañe y neutralice esta característica.
Un cuero cabelludo grasoso puedo producir enrojecimiento, irritación y sensibilidad, además de problemas capilares posteriores, incluso como la caída del cabello.
Un champú para cabello grasoso intenta eliminar la mayor cantidad de aceites del pelo dejando que nuestro cuero cabelludo pueda respirar y manteniéndolo sano.
Cuando nuestro cuero cabelludo y nuestro cabello tienden a no retener la humedad, lo mejor es decantarse por un champú humectante, pues este elimina la posibilidad de caspa.
Para las canas lo más recomendable es un champú humectante ya que este preserva mejor el cabello y el mismo cuero cabelludo de una posible caída.
Para cabellos excesivamente irritables se deben combinar periódicamente 2 champús, el primero es uno anticaspa que se debe usar cada 3 días, seguido de dos días usando un champú humectante para conservar saludable nuestra cabellera.
Además de usar otros productos podemos emplear tambiṕen un champú que brinde volumen, de esta manera tendremos un mejor look.
Eso si evita productos que combinan champú y acondicionador en uno solo ya que estas combinaciones pueden no ser las ideales para tu cabello.
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