La calvicie de un hombre puede poner a prueba un gran matrimonio, pues mina el atractivo ante nuestra pareja a la vez que decrece paulatinamente el apetito sexual dentro de la relación.
No solo el atractivo de un hombre y la sensualidad percibida por su pareja disminuyen, sino que lo más grave es que este problema llega a afectar el estado anímico de quien lo está padeciendo, llevando a profundas depresiones que no hacen más que agravar la situación, pues llevan al hombre de la casa a un estado de autocompadecimiento que no lo deja actuar para arreglar la situación.
La frase más común que se escucha en las mujeres cuando su matrimonio corre por un momento difícil es “ya no es el hombre con quien me casé”, puesto que la calvicie no solo termina afectando su aspecto, sino su actitud hacia si mismo y su pareja.
El problema termina siendo redundante cuando el estrés provocado por las tensiones en pareja agrava la caída capilar y repercute en el estado de ánimo del esposo.
Esto no es algo exclusivo de algunos pocos hombres, pues las estadísticas indican que un 80% de los hombres menores de 70 años experimentan caída capilar al menos durante una época en su vida y anualmente cerca del 30% de los hombres de 30 años la experimentan.
Así que es mejor prepararse para combatir la calvicie y disfrutar de un matrimonio mucho más feliz y lleno de pasión.
Lo primero que debemos hacer es calmarnos y serenarnos, la calvicie no es el fin del mundo y si hasta ahora está comenzando es fácil de combatir. Incluso si ya está en un nivel avanzado los tratamientos aunque más tardíos y de mayor esfuerzo tienen resultados, eliminando el problema de una vez por todas.
Las opciones que realmente funcionan son limitadas y no son a corto plazo pues volver a tener un cabello en óptimas condiciones no se hace de la noche a la mañana.
La primera de estas soluciones consiste en el uso medicado del Minoxidil. Este se aplica en el área afectada regular y periódicamente de manera que se estimula el flujo de sangre y el crecimiento capilar.
La segunda de las soluciones que si funcionan es un tratamiento de trasplante capilar, más conocido como trasplante de cabello. En unas cuantas sesiones y con el descanso y cuidado adecuados tras nuestro paso por el quirófano podremos volver a tener el cabello que poseíamos cuando teníamos 15.
Pero recordemos que estas soluciones no están para ser tomadas a la ligera, pues siempre se necesita la asesoría de un médico profesional en el tema que nos ayude a saber cual de estas y en que medida se adapta mejor a las características de nuestro problema.
Así que no perdamos más tiempo y consultemos con profesionales como los de Hair Doctors y no esperemos a que nuestro matrimonio acabe por algo que podemos solucionar con la asesoría adecuada.
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