Las raíces de la caída capilar

Cuando las mujeres se encuentran en un escenario de caída del cabello deben dejar de lado las superficialidades de la situación y buscar profundamente las raíces del problema para atacarlas.

Aunque la mayoría de casos de caída del cabello es producto de procesos genéticos hereditarios, también no se pueden descartar otros factores que generan situaciones como esta. Dentro de los diferentes factores que desencadenan la caída del pelo encontramos una dieta no balanceada, menopausia, alopecia areata, cabello descuidado, estrés o alopecia andrógena sólo por mencionar algunos.

Incluso no tienen que ser factores subyacentes, cualquier cirugía reciente, deficiencia de hierro o la comida chatarra pueden producir reacciones en cadena, con consecuencias tales como la perdida acelerada del cabello.

Pero ¿cual es la necesidad de saber el origen de la calvicie? Pues que a partir de esta información en conjunto con datos como el patrón de caída capilar, la apariencia del cuero cabelludo en el área afectada y el historial médico se puede diagnosticar el problema.

Una vez diagnosticado se puede determinar cual es el tratamiento o procedimiento a seguir para recuperar la cabellera. Es por ello que se hace necesaria la intervención de un profesional en el diagnóstico del problema, pues un error en ello puede significar implementar el tratamiento erróneo lo cual potenciaría la caída del cabello.

Incluso aún cuando el avance de la pérdida capilar ya es una realidad existen tratamientos que pueden servirle a todos, sin importar las raíces de su problema, nos referimos al trasplante capilar. Este procedimiento quirúrgico puede en 6 a 12 sesiones cortas devolver el cabello en un área cercana a los 150 centímetros cuadrados.

También hay otros métodos para quienes no quieren depender de un proceso quirúrgico, el uso de diferentes químicos pueden estimular de nuevo el crecimiento capilar, aunque esto debe ser consultado previamente con el dermatólogo de confianza. Pero si no se quiere llegar a métodos extremos lo mejor es un seguimiento preventivo apenas se vean los primeros síntomas, con lo cual se pueden tomar medidas para minimizar el impacto.